16 de juny del 2011

Yo también estoy indignado

Siempre he creído que la Democracia es el mejor, o el menos malo, de los sistemas de gobierno, ya que la soberanía está sustentada en el pueblo. También es cierto que siempre todo se puede mejorar, el sistema, la sociedad, incluso la propia democracia y para ello, entiendo, que se ha de hacer desde el trabajo encaminado hacia ese cambio, uno de los efectos que puede tener la Democracia es que debemos entendernos, ya que los cambios o mejoras que pueden surgir triunfan o no dependiendo de las mayorías y no de la apreciación de una o dos personas, es por ello que en Democracia se necesita a toda la sociedad ya que si no, puede faltar representatividad y la voz de quienes no colaboran, hay países donde el voto es obligatorio, pero puede atentar contra otro de los pilares claves de este sistema político que es la libertad, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de acción, pero en una sociedad libre, la libertad tiene unos límites, así que podemos decir que: La libertad acaba donde empieza la de mi vecino. Esta sencilla reflexión te lleva a pensar en otro de los valores básicos de la Democracia, el respeto.


Si queremos que el sistema político o la sociedad cambie, debemos hacerlo desde la libertad y el respeto, la libertad a las ideas de cada uno y el respeto a las personas y a la sociedad, trabajando para encontrar consensos y no enemigos, para así conseguir sumar los esfuerzos de todos, los que lucharon para conseguir lo que hay hoy y los esfuerzos de los que siguen intentando mejorar, cada día más, para conquistar mañana, una mejor sociedad que deberían heredar nuestros descendientes.

Cuando en una sociedad cambiamos los valores por la violencia, rompemos todos los fundamentos de la Democracia, entonces el poder es el de la fuerza bruta y el no respeto hacia las personas. Entiendo que esto no es lo que en un principio pedían los que encuadraban el movimiento de “Democracia real ya”.

Animo a todos los que quieran un mundo mejor a seguir trabajando desde el ámbito que crean oportuno, pero siempre con la libertad como valor, respetando también la libertad de los demás y sobre el respeto, buscando siempre los consensos.

El PSC de Viladecavalls no acepta como democráticos los hechos violentos producidos el 15 de junio del 2.011 que impedían con violencia el derecho constitucional de los ciudadanos a que sus representantes, elegidos democráticamente, hablen en el Parlament de Catalunya.

Antonio Navarro